Los apoyos contextuales están dirigidos a adaptar el entorno en función de las necesidades del niño o la niña, adolescente y/o adulto, para facilitar un entorno amigable y controlado donde se puedan establecer rutinas adecuadas de alimentación.
Desde los servicios profesionales se desarrolla un análisis del entorno y cómo éste afecta al proceso de alimentación, generando adaptaciones y pautas para facilitar el control de estímulos (el ruido, la luz, la presencia de otras personas…), los apoyos visuales disponibles, la consistencia del entorno y de los materiales utilizados (es conveniente siempre el mismo lugar para comer, los mismos utensilios…), etc.
La implantación de estas adaptaciones contextuales requerirá la coordinación con las personas implicadas en ese proceso, así como de su seguimiento y evaluación continua para la adaptación a nuevas necesidades que puedan presentarse.