A medida que los niños crecen, van adquiriendo una serie de habilidades y de competencias físicas, de comportamiento y de autonomía.
Los principales hitos del desarrollo en la alimentación son:
- De los 0 a los 6 meses
- Alimentación exclusiva con leche materna o fórmula. Desarrollo de la succión y deglución.
- Reflejo de extrusión, donde el bebé empuja la comida con la lengua.
- De los 6 a los 8 meses
- Introducción de alimentos sólidos y purés
- Desarrollo de la coordinación mano-boca.
- Habilidad para sostener objetos y llevarse comida a la boca.
- De los 8 a los 12 meses
- Capacidad para masticar alimentos blandos.
- Desarrollo de la pinza fina para agarrar pequeños trozos de comida.
- Inicio de la autoalimentación con trozos blandos de comida.
- De los 12 a los 24 meses
- Aumento de la variedad de alimentos consumidos.
- Desarrollo de la habilidad para usar utensilios.
- Mayor independencia en la alimentación.
La adquisición de estos hitos es variable, y en algunos niños y niñas con Autismo puede haber mayor dificultad en la adquisición de estas habilidades, debido en gran medida a la rigidez cognitiva y adaptación a los cambios, lo que se traduce en una menor variedad en los alimentos consumidos o mayor adhesión a las rutinas que dificultan la adquisición de mayor autonomía.
Diagnóstico temprano
En los casos en los que se llega a un diagnóstico temprano (normalmente a partir de los 18 meses) es importante tener en cuenta esta rigidez y las posibles alteraciones en el procesamiento sensorial, para poder intervenir de forma integral en la alimentación, facilitando por ejemplo la introducción de alimentos a través de la sensibilización progresiva que consiste en:
- Presentar el alimento de forma gradual y en pequeñas cantidades.
- Usar platos con compartimentos, con la idea de no mezclar los mismos.
- Permitir que el niño o niña toque el alimento y elija qué alimentos nuevos probar.
- Establecer una rutina y un entorno adecuado.