Para el desarrollo de este estudio se han analizado las conductas alimenticias de rechazo y aceptación de determinados alimentos de 16 niños y niñas con Transtorno del Espectro del Autismo y 17 con desarrollo típico. La recogida de información se ha llevado a cabo a través de un cuestionario on-line, que ha sido estructurado en tres apartados:
- En primer lugar, un apartado en relación con el comportamiento del niño o niña durante la realización de las comidas.
- En segundo lugar, un apartado con relación al rechazo o aceptación de diferentes alimentos.
- En tercer lugar, un apartado con relación a los hábitos de consumo de grupos de alimentos.
Escala BAMBI
Para la obtención de la información con relación al comportamiento durante las comidas, el cuestionario utiliza la escala BAMBI (Brief Autism Mealtime Behaviour Inventory). Esta escala validada, fue el primer instrumento de medida desarrollado especialmente para evaluar la naturaleza de los problemas de conducta alimentaria, a través de la medida de la severidad y frecuencia de diferentes ítems. Se encuentra pensada para ser complementada por el cuidador y, la versión final, consta de 18 ítems que deben ser puntuados en una escala de cinco puntos según la frecuencia en que ocurren ( 1 = nunca, 5= casi en todas las comidas). Además, para cada uno de los ítems, debe indicarse si el comportamiento en cuestión, se considera un problema. En este primer apartado del cuestionario y de manera independientemente a la escala BAMBI, se han incluido tres ítems más con relación a la dinámica durante las comidas, para valorar el ritmo de la ingesta, la negación a la masticación y la interacción del niño con el plato servido.
Para la obtención de la información que permita detectar relaciones entre el rechazo de los alimentos y sus características como el color, el sabor y la textura ha sido necesario desarrollar una escala que permita considerar los diferentes atributos susceptibles de condicionar este rechazo o aceptación, entre los que se han incluido atributos de color, atributos de sabor, atributos de temperatura y atributos de textura. Puesto que un alimento corresponde siempre a un conjunto de atributos, se ha realizado una selección de alimentos considerados representativos o patrón de cada atributo.
La escala incluye así 37 ítems correspondientes a 37 alimentos donde 9 de ellos son referencias de color, 5 referencias de gustos básicos, 3 referencias de temperatura y 20 referencias para la textura. La selección, tanto de los atributos de cada aspecto sensorial, como del alimento concreto para cada uno de ellos se ha realizado a partir de diferentes metodologías. En el caso del color, los colores seleccionados corresponden a aquellos que la evidencia en ciencias sensoriales considera condicionantes de la aceptación de los alimentos. En el caso del sabor, se han incluido, con el objetivo de simplificar la complejidad de la selección entre opciones de atributos y alimentos representativos, los cinco gustos básicos documentados en el contexto social y alimentario mediterráneo. En el caso de la temperatura y para simplificar también la complejidad de las opciones, se ha considerado un estándar.
Cocreación
Para la selección de los patrones de los colores, los gustos básicos y las temperaturas se ha realizado un trabajo de cocreación con niños y niñas sin TEA y adultos.
Una vez establecida la selección de los alimentos iniciales, esta ha sido valorada en términos de adecuación al contexto del público diana, por lo que alguno de los alimentos propuestos inicialmente fue sustituido con el fin de aumentar las posibilidades de que los niños con TEA hayan sido expuestos.
Puesto que la percepción de los diferentes atributos organolépticos de los alimentos sigue un orden secuencial y se encuentra condicionada por los diferentes estímulos que son capaces de percibir vista, olfato, gusto y tacto, se ha considerada necesario también evaluar, en caso de que se produzca rechazo, en qué momento se produce, si antes de introducirlo en la boca o una vez se ha introducido en la boca. Así mismo, es posible indicar también si uno de los alimentos considerado en la escala, no ha sido nunca expuesto al niño o niña.
Hábitos de consumo
Para la obtención de la información, con relación a los hábitos de consumo, se ha utilizado un cuestionario de frecuencia de consumo para población general, formulado para conocer, de manera cualitativa, la calidad de la alimentación con relación al patrón de alimentación mediterráneo y que ha sido adaptado. Así, para cada grupo de alimentos se incluyen ejemplos de alimentos que faciliten la interpretación y debe indicarse con qué frecuencia se consumen los alimentos de esa tipología (nunca, algunas veces al mes, alguna vez a la semana, casi cada día), basándose siempre en alimento consumido y por tanto que no ha sido rechazado después de ser presentado. Los grupos de alimentos o bebidas no representativos en una alimentación infantil han sido eliminados, incluyéndose finalmente los siguiente: leche y derivados, huevos, carnes blancas, carnes grasas o roja, pescado blanco y marisco, pescado azul, verduras, frutas, frutos secos, legumbres, pan-cereales y derivados, pasta y arroz, aceite de oliva, otras grasas, azúcares, precocinados, bollería, pastelería y aperitivos, agua, zumos o bebidas azucaradas, bebidas vegetales, postres lácteos y la opción para anotar algún otro alimento que se consuma y que no se encuentre incluido.
Finalmente, para facilitar la cumplimentación del cuestionario, este ha sido adaptado a formato digital, considerando aspectos de facilidad de lectura y facilidad de respuesta, estimando además en un máximo de veinte minutos, el tiempo requerido para su finalización completa.