Ante los problemas de alimentación, lo primero que es conveniente desarrollar es una evaluación médica, dado que pueden existir causas físicas o patologías que estén dificultando la alimentación.
Es el caso, por ejemplo, de infecciones por hongos como la candidiasis, u otras alteraciones del aparato gastro intestinal que debemos valorar.
También es importante que conozcamos si existen intolerancias y/o alergias alimenticias que estén favoreciendo la aparición de sintomatología como aerofagia, estreñimiento, diarrea, úlceras, reflujos estomacales, dolor abdominal, etc. Es importante observar esta sintomatología y estudiarla clínicamente. Para favorecer este conocimiento, debemos distinguir entre intolerancias y alergias.
Intolerancias alimentarias
Las intolerancias alimentarias se producen cuando el cuerpo desarrolla un efecto adverso ante determinado alimento, provocando mala digestión o metabolización del mismo. Sin embargo, cuando hablamos de alergia alimentaria estamos refiriéndonos a reacciones inmunitarias del cuerpo que pueden afectar a la salud, ante la ingesta de un alimento, como urticaria, picazón, hinchazón, etc.
Una de las creencias más extendidas es la que relaciona los TEA con la intolerancia al gluten y la caseína, sin embargo no existe evidencia científica que relaciones ambas condiciones.
Procesamiento sensorial
También es importante conocer las características del procesamiento sensorial del niño y la niña, es decir, cual es su forma de procesar los estímulos que le aporta la comida. En ocasiones hay pequeños que pueden presentar una alta sensibilidad hacia determinadas texturas, sabores o percibir de forma muy elevada el tacto en boca, lo que le puede provocar rechazo a determinados alimentos. Se recomienda en estos casos elaborar un perfil sensorial, para establecer las acciones adecuadas a este procesamiento.
Conductas de rechazo
Cuando observamos que se producen conductas de rechazo o evitativas: tiran el plato, se levantan o tienen una “rabieta”, debemos preguntarnos porqué tiene ese comportamiento, que factores están influyendo en que se comporte de esa manera. Se recomienda desarrollar un análisis funcional de la conducta y posteriormente un Plan de Apoyo Conductual positivo, mediante el cual podamos establecer conductas alternativas que previenen estas respuestas, así como reforzadores positivos (respuestas positivas a conductas adecuadas) y alternativas que extingan la conducta inadecuada.
La actitud del adulto en todo este proceso de alimentación es fundamental, porque representa un modelo y el comportamiento puede verse reforzado por el mismo. Una actitud positiva, tranquila y reflexiva permitirá que el niño o niña viva la hora de comida de forma tranquila, incluso divertida si se planifican acciones que puedan ser de su agrado.
Rutina positiva
Puede ayudar mucho el establecer una rutina positiva para la comida para evitar, en la medida de lo posible, la incertidumbre y la imprevisibilidad: sentarse siempre en el mismo lugar, con los mismos cubiertos, o tener los utensilios distribuidos de una determinada manera. Es decir, establecer una serie de pasos siempre iguales en el proceso de alimentación para que el niño o niña se sienta seguro y rebajar su nivel de ansiedad. Además el entorno debe estar preparado, evitando los distractores y controlando los estímulos externos que pueden hacer que no preste atención al plato de comida o que su estado de alerta sea tan elevado que no pueda hacer frente a la alimentación porque está “preocupado” por otras cuestiones del ambiente.
Apoyos
Antes de ponerse a comer, explicar el menú y anticiparlo con apoyos visuales pueden rebajar también esta incertidumbre y ansiedad. Este menú debe estar ajustado al momento evolutivo y abanico de alimentos que come el niño o niña. Debemos tener en cuenta cuáles son sus preferencias y estudiar cómo introducir un alimento nuevo para que sea aceptado o al menos no sea rechazado. En este sentido, las recetas que se proponen en esta web pueden servir de ayuda para esta introducción de nuevos alimentos, texturas, colores o sabores de forma progresiva.